lunes, 12 de marzo de 2012

Adans Peres: “Podría enamorarme de Ana Obregón, es muy atractiva”


Es un honor tener en esta sección al que fuera príncipe consorte durante algo más de un año del principado de Mónaco, al casarse con la gran Estefanía. Natural de Cremona (Italia), de 36 años, entrena dos horas al día por su dura profesión de acróbata. Se define como sensible, ambicioso, cabezota, y sin complejos, por eso ha decidido posar sin mallas ante los lectores de ‘PL’. Sin duda, su actuación más sensual.



¿Dónde eres más famoso, en España o en Italia?

Aquí todo el mundo sabe quién soy. 

¿Cómo conociste a Estefanía?

La conocí en el Festival Internacional de Circo de Montecarlo, que ella preside, y donde yo concursaba. Fue curioso, porque ni siquiera la reconocí; me molestó lo alto que estaba hablando durante los ensayos, pero ni siquiera sabía quién era. Me dedicó una sonrisa, empezamos a hablar, y la relación vino años después.

¿Cómo fue tu boda?

Muy privada, con tan sólo diez personas, en un juzgado de un pueblo de Ginebra, en plena naturaleza. Nunca olvidaré las lágrimas de felicidad.

¿Vivías en palacio?

No, vivía en un apartamento, aunque algunas veces dormía en palacio.

¿Te sorprendiste o impresionaste la primera vez que lo visitaste?

Sí, por la cantidad de objetos que tenían un valor sentimental o histórico, de guerras que han pasado por allí.

¿Cuáles eran tus obligaciones oficiales en el principado de Mónaco?

Ese tipo de obligaciones correspondían a Estefanía. Nunca he considerado que fuese una prioridad aparecer en eventos oficiales. Y tampoco se me exigía eso.

¿Escuchabas en tu coche el disco que sacó Estefanía, ‘Huracán’?

Una vez. Ella me puso el disco, reconocí la canción y me eché a reír, porque ni siquiera sabía que era ella la que la cantaba. Cuando salió el disco, piensa que yo tenía 11 años.Con la tontería, vendió cinco millones de discos. 

¿Es verdad que llegaste a vivir con Estefanía en una caravana con los guardaespaldas en la puerta?

Sí. Durante el noviazgo, vivimos un periodo en una gran caravana. 

¿Ella limpiaba y cocinaba en la caravana?

Hacía una vida normal. Sabe hacer todas las cosas del hogar.En el 2003 os acabáis separando. 

¿Quién toma la decisión?

Fue un acuerdo mutuo. Cometí muchos errores por la falta de experiencia. Yo vengo de un mundo muy simple, y de repente me vi envuelto en un entorno que no conocía, que rechacé y que me provocó muchos problemas a nivel familiar. No estaba preparado. Cuando eres un artista de tan alto nivel como yo y la gente te conoce por tu trabajo, sientes orgullo. Pero de repente eso no importó nada, lo único que importaba es que era el marido de una princesa. En ese momento, yo no supe aceptarlo, no quería dejar de trabajar y vivir en Mónaco.

¿Qué es lo que más engancha de ser príncipe?

Yo no supe apreciar los privilegios. No me di cuenta de con quién estaba casado, no disfruté, porque estaba demasiado golpeado psicológicamente por la ola mediática.

¿Te ha decepcionado mucha gente?

Muchísima. Durante el matrimonio surgieron amigos y familiares que después del divorcio desaparecieron y/o me traicionaron sacando a la luz detalles de mi vida privada.Jaime de Marichalar tiene algunos beneficios después de separarse de Elena.

¿Y tú?

Nunca he pedido un tratamiento especial, mi orgullo no me lo permite. Pero he sido obviamente tratado con ciertos privilegios. Mucha gente dice que el principado de Mónaco te paga por callar. 

¿Es eso cierto?

No hay ningún tipo de acuerdo en ese sentido. Nunca he querido aprovecharme de la vida privada de mi ex esposa. Aun hoy me preocupa, cuando aparezco en alguna revista, como por ejemplo últimamente con Ana Obregón. Que no se piense que estoy provocando situaciones para crear polémica.

¿Te podrías enamorar de Ana?

En el momento justo, creo que sí. Creo que es una mujer muy atractiva.

¿Qué diferencia hay entre la prensa del corazón de Mónaco y España?

En Mónaco no hay prensa del corazón, es la prensa francesa, y se pagan indemnizaciones millonarias. Publican una foto tuya por la calle y te pagan 6.000 € de indemnización. En España participaste en ‘GH VIP’. 

¿Quién fue tu peor compañero?

Lara Rodríguez, es la única de la que no tengo buen recuerdo. Pude apreciar su forma de ser por una comedia de un desmayo que creo que se inventó. 

¿Se enamoró de ti Rosario Mohedano en ese programa?

No creo. Tuvimos buenos momentos y muchos conflictos también, especialmente cuando me enamoré de otra mujer. Para entender ‘GH’ hay que vivirlo.

¿A qué programa de tele te encantaría ir?

‘Más que baile’.

¿Cuál detestas?

Los programas del corazón me suelen gustar, salvo cuando los personajes venden episodios privados y se inventan historias para aparecer en televisión.

¿Qué es lo peor que han dicho de ti?

Entrevistaron en televisión a mi tía, que es una experta en hablar mal de mí y de mi familia. Lo peor fue cuando insinuó que maltratábamos a mi madre.Háblame de tu tía, "Paquita de Mónaco".Lo único que me gustaría es que se la tratara médicamente para que se dé cuenta del daño que hace. Algún día, estoy seguro, se percatará de su error, y será demasiado tarde para encontrar el remedio a una enfermedad que acabará por destruirla mentalmente.¿Te has negado a ir a algún programa?Sí, sobre todo cuando quieren que me enfrente a mi tía o a algún colaborador.

¿Has puesto alguna querella?

Debería, pero no lo he hecho.

¿Entrarías en el programa ‘Mujeres, hombres y viceversa’?

No, pero me gustaría opinar sobre las formas poco naturales de algunos concursantes en el arte de la seducción.

¿Tienes pareja actualmente? Tengo algo.¿Cuál es el máximo que te han pagado en un día?

Con la producción de un espectáculo, he llegado a ganar 60.000 € en un día.

¿Cuántas casas tienes?

Una en Madrid, cuatro en la zona de Alicante, y una en París.

¿Cuánto pagas de hipoteca?

En total, 3.000 €.

¿Cuál es tu mayor gasto?

En comida sana, biológica.

¿La prenda más cara que has comprado?

Una chaqueta de Lanvin de 3.500 €.

¿Cuánto gastas de teléfono?

1.000 € entre móvil y fijo.

¿En tu móvil tienes algún número que mucha gente pagaría por tener?

Bastantes, pero los más importantes los tengo en mi cabeza, como el de Estefanía; fue una medida de seguridad que tomé al casarme con ella.

(Puedes encontrar el artículo completo en el número de Abril de ‘Primera Línea’, ya en quioscos).




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